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GUATEMALA. El alma maya

Volcanes que parecen alcanzar el cielo, paisajes infinitos en Tikal y en el lago Atitlán, vivos colores de los tejidos típicos del mercado en Chichicastenango y la bondad ancestral de sus gentes habitan en el alma de esta tierra cuyo nombre en dialecto náhuatl significa país de muchos árboles.

Volcanes que parecen alcanzar el cielo, paisajes infinitos en Tikal y en el lago Atitlán, vivos colores de los tejidos típicos del mercado en Chichicastenango y la bondad ancestral de sus gentes habitan en el alma de este país centroamericano, Guatemala, cuyo nombre en dialecto náhuatl significa país de muchos árboles.  (2ª parte del reportaje Guatemala. El resplandor del alma maya, ir a 1ª parte)

Texto: Valentín Rodríguez Fotos: Editorial Viajeros y CATA

Chichicastenango

El sufijo nango en lengua maya significa en lugar de, de ahí que varios enclaves en Guatemala lo incluyen, como Cocotenango que es el departamento de donde es oriundo el famoso cantautor Ricardo Arjona. Pero nosotros nos dirigimos a otro lugar, un enclave mágico.

Viajar a Chichicastenango –o Chichi, como la llaman los lugareños– es descubrir la vigencia de las costumbres de generaciones pasadas. Su mercado funciona únicamente el jueves y el domingo en la Plaza Central y su tamaño varía considerablemente en función de las personas que acudan a vender. Allí se reúnen mayas procedentes de todas las regiones que intentan vender sus artesanías a los turistas. Además, es también común el trueque entre los nativos. 

Otro lugar ineludible es la colonial iglesia de Santo Tomás que presta sus calles aledañas para los días de comercio. Es sorprendente el sincretismo religioso que allí tiene lugar: desde la escalinata de la entrada, los descendientes mayas practican rituales a sus dioses paganos con plegarias e inciensos; en cambio, en su interior, al modo católico, se arrodillan y rezan ante altares con velas.

Y aquel que no haya tenido suficientes impresiones con todo lo anterior debe saber que Chichicastenango cuenta con otros lugares realmente singulares como son su colorido cementerio o el ilustrativo Museo de Máscaras Ceremoniales.

La magia de Atitlán

Si se va a quedar varios días en Guatemala, no deje de visitar Panajachel, en el Departamento de Sololá. Allí, un obligado paseo es el que regala la pintoresca vía principal, la Avenida Santander, donde convergen las raíces españolas y mayas. Aquí el mercado local abre diariamente, aunque el domingo suele ser el día de más afluencia de visitantes. Al final de la calle, se avistan las aguas del Lago Atitlán, uno de los más bellos del planeta. Está situado a 1.562 metros sobre el nivel del mar y cubre 130 km2 . Los geólogos creen que comenzó a formarse después de que un cráter colapsara hace unos 80.000 años. Los tres volcanes durmientes que lo observan, Tolimán, Atitlán y San Pedro, confieren aún más magia al lugar si cabe.
 


Existen atractivas ofertas de alojamiento en esta zona, aunque el hotel Atitlán, situado en la misma orilla, parece una opción insuperable. Diseñado para el viajero mas distinguido, es de estilo colonial español y está rodeado de un auténtico vergel. Desde el mismo establecimiento ofrecen excursiones para navegar por el lago o conocer los poblados circundantes como San Juan de la Laguna, una pintoresca villa ideal para recorrer a pie y visitar telares artesanales. Resulta asombroso ver a las mujeres arrodilladas en el suelo con un rústico telar de madera amarrado a su cintura mover con destreza los hilos y las guías para dar forma al textil que producen.

Después de disfrutar tanta belleza y sencillez, nuevamente surcando el lago, se pone proa a Santiago Atitlán, capital de la nación maya Tzutujil, el pueblo indígena más grande de Centroamérica. Poner un pie en este enclave es respirar la fuerza que conservan las costumbres mayas mantenidas por los indígenas actuales. Muy recomendable.


A las puertas del deslumbrante Tikal

Su sola condición de primer sitio arqueológico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979, y un lustro después pionero entre las áreas patrimoniales mixtas (ecológica y arqueológica), hacen de las ruinas de Tikal, en la selva guatemalteca, el sueño muchas veces acariciado de miles de viajeros en el mundo.

Lo que constituye uno de los más grandes tesoros arqueológicos mundiales fue durante más de 1.500 años asiento de una ciudad sagrada, erigida en medio de la selva por los mayas, aquellos hombres de maíz creadores de una civilización que alcanzó un altísimo desarrollo cultural, arquitectónico, urbanístico y astronómico.

Viajar a Tikal es ir al encuentro de una de las más deslumbrantes maravillas arqueológicas del planeta. Es la ciudad maya más grande conocida y estudiada hasta ahora. Sus restos visibles dan fe de una urbe que se asegura llegó a abarcar más de 60 km2, de los cuales apenas dieciséis han sido cartografiados. A pesar de ello, hoy pueden recorrerse más de tres mil construcciones diferentes, entre palacios, templos, plataformas ceremoniales, juegos de pelota, plazas, terrazas, residencias, calzadas y baños de vapor.

Una gigantesca ceiba, el árbol sagrado de los mayas, recibe al visitante justo a la entrada del inmenso parque nacional, de cuya real dimensión puede sólo tenerse una idea subiendo a lo más alto del llamado Templo IV, que con 70 metros resulta la construcción más alta de todo Tikal. Desde ese punto la vista es impresionante, no sólo por la magnitud del sitio arqueológico, sino por el esplendor de su fauna y su flora, y por la posibilidad de añadir a ese goce los múltiples y armoniosos sonidos de la naturaleza circundante.

Las siluetas de los otros seis templos principales son visibles también desde allí: el Templo I o del Gran Jaguar, el Templo II o de las Máscaras, el Templo de las Inscripciones, y los Templos III y V. Todos ellos resultan imponentes, como también lo son la Plaza Mayor, la Acrópolis Norte y la Central, la Plaza de la Gran Pirámide o Mundo Perdido, la Plaza de los Siete Templos y los palacios de las Ventanas o de los Murciélagos. Todos atesoran gran relevancia dentro de la cosmovisión de este pueblo.

En este enclave es también visita casi obligada el Museo de Silvanus Morley, donde se exhiben piezas de la cámara de entierro de los Señores de Tikal, cerámica, hueso tallado, jade y esculturas de hueso que hablan de una cultura material maya que, en opinión de expertos de la Unesco, ha desafiado al tiempo en los grandes centros ceremoniales.

El Parque Nacional Tikal, ubicado dentro de la Reserva de la Biosfera Maya, se extiende sobre 576 km2 de tupido bosque tropical, sirve de hábitat a más de 300 variedades de mariposas y aves, cien especies de anfibios, reptiles y mamíferos y un centenar de tipos de árboles.

La visita a estos tesoros puede hacerse diariamente en avión, con un trayecto de 30 minutos aproximadamente desde la Ciudad de Guatemala hasta el Aeropuerto Internacional Mundo Maya –situado en el norteño Departamento de El Petén–, o si se prefiere por carretera en una excursión que puede durar, saliendo desde la capital, entre 10 y 12 horas aproximadamente.

A escasos minutos del aeropuerto se encuentra la isla de Flores, capital de El Petén. Rodeada de hoteles, hostales y hospedajes para todo presupuesto, agencias de viajes, comercios, lugares para degustar la gastronomía local e internacional, esta ciudad pintoresca y multicolor, igual que la artesanía guatemalteca, es una atractiva opción de disfrute si se decide por una estancia de varios días.


Profecía para el 2012. ¿Mito o realidad?

Guatemala, corazón del mundo Maya. Esta frase aparece desde el momento en que se acude a la agencia de viajes para planificar la visita, continúa a la llegada al aeropuerto Internacional La Aurora y acompaña durante todo el paseo por este multiétnico país. 

Aprehender toda la dimensión de su significado es posible únicamente después de tocar con la mano las tradiciones bien cuidadas y vivas sostenidas por los mayas actuales, y aupadas por todos, incluyendo estudiosos y pobladores.

La era maya, concebida para 5.126 años, llega a su fin según el calendario sagrado el 21 de diciembre de este año 2012
. En torno a esta fecha se han tejido conjeturas y vaticinios de diversa naturaleza, casi siempre asociado a eventos fatídicos y pesimistas.

Los guatemaltecos se empeñan en convencer al mundo de que los misterios de esta atrayente y sugestiva cultura que desafió el tiempo y el olvido son una invitación a visitar este país en este año 2012 en que la controvertida profecía convoca a recorrer el hermoso laberinto multicolor de esta franja de Centroamérica. Guatemala te espera con los brazos abiertos en el corazón mismo del mundo maya.

Si estás pensando en viajar a Guatemala puede interesarte consultar la 1ª parte de este reportaje donde se recorre Guatemala y Antigua, la Guía Práctica o ponerte en contacto con nosotros a través de Facebook o Twitter. ¡Muchas gracias!

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