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ENOTURISMO en Zamora con Bodega Cyan

Estamos en Zamora, y más exactamente en las tierras de la denominación de origen de Toro, y hemos madrugado para hacer un vuelo en globo. Tras disfrutar de las alturas, nos esperan los ricos vinos de la Bodega Cyan, paseos por el arte románico y 'Aqva', la nueva exposición de las Edades del Hombre.

Desde las alturas las formas poligonales de los terrenos de cultivo se acoplan entre sí con perfección, sus colores verdes y ocres logran una armonía que solo rompen, de vez en cuando, la líneas rectas de los caminos. Si a esta bucólica imagen que parece pintada con trazos de pastel se le unen los retazos de bruma y el sol subiendo en el horizonte tendremos el cuadro perfecto para comenzar una escapada enoturística inolvidable.

 

Estamos en Zamora, y más exactamente en las tierras de la denominación de origen de Toro, y hemos madrugado para hacer un vuelo en el globo que pilota Roberto Pérez (de la empresa Vallaglobo). Ver como se despliegan los metros de tela y comienza a inflarse forma parte de la experiencia, sin duda. Los nervios iniciales se dejan a un lado cuando se sube al cesto y comienza a elevarse. Arriba nadie suele tener vértigo, ni frío, que suelen ser los temores más habituales.

Nos vamos fijando en los cultivos, pero también en los caseríos, en alguna ermita, las arboledas (que a veces incluso pasamos rozando) y, por supuesto, en los viñedos que en función de la época del año lucirán verdes, ocres o grises, sin hojas.



En una hora la distancia recorrida puede llegar a quince o veinte kilómetros. No es necesario volver al punto de origen, cualquier zona abierta puede ser idónea para aterrizar. Una vez abajo, comienza la primera celebración del día. Un desayuno campero con productos castellanoleoneses (caseros) y un vino espumoso, son el preludio de la entrega de diplomas del bautizo de vuelo en globo. Más adelante recibes también un montaje con las fotos tomadas durante el trayecto.


Visita a la Bodega Cyan

Con las pilas cargadas y un bonito diploma continuamos la jornada recorriendo la finca de la Bodega Cyan, situada en Valdefinjas y perteneciente a la D.O. Toro. Esta es, de hecho, la penúltima bodega que ha incorporado el grupo Matarromera. Desde la colina donde está situada oteamos el entorno y nos oxigenamos antes de pasear entre los viñedos donde su variedad, la tinta de toro, es la reina de la zona. En sus 53 hectáreas de viñedo destacan dos de ellas con cepas de más de 80 años y peculiaridades especiales. La producción total de Cyan no supera los 150.000 botellas, por lo que los estándares de calidad se mantienen muy altos.


En un recorrido entre los viñedos aprendemos sobre sus variedades, tipo de terreno, época idónea para la vendimia, etc., nos introduce en el mundo del vino y nos prepara para visitar la bodega. Una vez en ella, probamos un primer vino directamente de la barrica y se realiza una cata dirigida con las mejores referencias de Cyan. Aún sin conocimientos previos, seréis capaces de diferenciar un Cyan Roble, un Cyan Crianza, un Cyan Prestigio y un Cyan Pago de la Calera.

 

Recorrido artístico por Toro

Aún más animados tras degustar estas joyas de color cereza e intenso sabor (y comprobar nuestros progresos en el mundo de la cata), otros tesoros están esperando en Toro.

   

Esta población zamorana, conocida por su espectacular Colegiata de Santa María La Mayor, también cuenta con otros exponentes románicos de interés. Este año, en el que Toro acoge Aqva’, la XXI edición de la Exposición de las Edades del Hombre (de abril a noviembre), es interesante visitar la colegiata, por supuesto, que es la sede principal de la muestra, pero también la iglesia del Santo Sepulcro (una subsede) y el Alcázar, que es el centro de recepción de visitantes.

 

Esta propuesta enoturística tan divertida la organiza la bodega Cyan, del grupo Matarromera, y se puede realizar durante todo el año (grupos de 2 a 8 personas). El precio total es de 190 euros/ persona. Reservas en el Tel. 983 803 346/ 673 310 521


 

Texto y fotos: Editorial Viajeros

Donde el Duero acuna a la uva, la historia deja su huella, y la naturaleza crea su magia, es muy probable que encontremos una hermosa ciudad para visitar. Si además coincide con la celebración de una fiesta declarada de interés turístico regional, lo probable se vuelve evidente y la Fiesta de la Vendimia de Toro resulta una buena elección para cualquier escapada de fin de semana.

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