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FRANCIA. Escapada a Aveyron

Una escapada corta, ya sea en Navidad o durante cualquier fin de semana de la estación invernal, nos sugiere disfrutar de paisajes nevados, alojamientos entrañables, buena gastronomía y, quizás, realizar también un poco de deporte blanco. Todo esto y mucho más lo podemos encontrar en el corazón verde de Francia.

Una escapada corta, ya sea en Navidad o durante cualquier fin de semana de la estación invernal, nos sugiere disfrutar de paisajes nevados, alojamientos entrañables, buena gastronomía y, quizás, realizar también un poco de deporte blanco. Todo esto y mucho más lo podemos encontrar en el corazón verde de Francia.



El norte del Aveyron ofrece el marco idóneo para disfrutar de unas completas vacaciones: deportes nórdicos en el dominio esquiable de Laguiole, visita a pequeñas fábricas artesanales, relajación en una granja-spa del siglo XIX y el placer de disfrutar de la alta gastronomía rural. Además, la planicie basáltica del Aubrac, en el norte de la comarca del Aveyron, ofrece experiencias únicas en la estación de más frío.
 
Estancias activas

La estación de Laguiole goza del dominio esquiable más grande del Aveyron, con 13 pistas para esquí alpino (desde verde hasta negra), 11 remontes mecánicos y 50 km de pista para esquí de fondo. Es muy conocida entre los amantes del free-style (Kite-sky, snow-kite...) y también apreciada por los aficionados a los deportes nórdicos (excursiones en raquetas, esquí de fondo, trineos, marcha nórdica, etc.).
 

 

Tradicional y auténtica

El Aubrac siempre ha defendido su autenticidad territorial y humana y se enorgullece de seguir con la misma idiosincrasia de siempre. Allí la regla es el desarrollo sostenible y las industrias son modelos de gestión socialmente responsable. Así, en el pueblo de Laguiole, han perdurado fábricas como la Forge (fragua) de Laguiole, donde se fabrican los famosos cuchillos con mango “ondulado”, y la Coopérative Jeune Montagne que logró resucitar una tradición quesera pastoril en vía de extinción. Protegiendo su savoir-faire ancestral, estos artesanos han conseguido reactivar dos potentes sectores de actividad que mantienen a la población local y hasta los han convertido en productos de gama alta.  
 

 


Se aprende bastante sobre las tradiciones y la historia del Aubrac Aveyronés visitando granjas. En la granja de la Crestilie, en Soulage-Bonneval, el desván del Capou expone miles de objetos de madera de la vida cuotidiana. La Ferme (granja) des Aubracs permite conocer la cría de la vaca Aubrac, la raza emblemática autóctona, y también degustación de productos locales.
 
Una mesa de lujo

La gastronomía es otro punto fuerte del Aubrac Aveyronés. En Laguiole, destaca la cocina de autor del joven chef Gilles Moreau que ha retomado las riendas del hotel con encanto Auguy. Para Nochevieja, ofrece un menú degustación de 5 platos + queso + postre por 115 euros/persona, con una cocina creativa basada en recetas tradicionales.
 
En la aldea de La Terrisse, la granja-spa Mas de Rigoulac ofrece una estancia de 2 días y una noche para dos personas, en pensión completa  por 159€/persona que incluye el alojamiento en las habitaciones con encanto, una serie completa de tratamientos (hamam, spa, masajes con aceites esenciales…) y –con suplemento- excursiones pedestres guiadas por el Aubrac con un picnic.

Noticia no procedente de edición impresa 12/2011 (revista Viajeros)
Fotos: © Gilles Tordjeman

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