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VALLADOLID. Gastronomía tradicional e innovadora

En la provincia de Valladolid han coincidido felizmente en el tiempo un grupo de jóvenes emprendedores que están consiguiendo aunar la tradición y la innovación culinaria y gastronómica mas allá de los límites que el tamaño y la densidad de las poblaciones donde ubican sus negocios pudieran aconsejar.

En la provincia de Valladolid han coincidido felizmente en el tiempo un grupo de jóvenes emprendedores que están consiguiendo aunar la tradición y la innovación culinaria y gastronómica mas allá de los límites que el tamaño y la densidad de las poblaciones donde ubican sus negocios pudieran aconsejar.

(Viajeros edición digital 3 septiembre 2012)

Compartiendo el espacio entre los valles del Pisuerga y del Esgueva con los tradicionales asadores de leña, conviven las nuevas propuestas de La Casona de Montealegre, Campo Grande, La Raíz, La Botica de Matapozuelos, El Trigo y Pastelería Arranz, establecimientos que ya están marcando las pautas de la mejor gastronomía de la provincia de Valladolid.

En la Finca Casasola, en Renedo de Esgueva, está comenzando a producirse cerveza artesanal con la cebada y el lúpulo cultivado en la propia explotación, y de manera similar ocurre con otras fábricas que están elaborando cervezas de autor con la calidad suficiente como para que, con tiempo, se equiparen a los vinos de las Denominaciones de Origen que acoge Valladolid y a bodegas del renombre y tradición de  Dehesa de los Canónigos y Protos, como son Llaves de San Pedro o Lüge, mimadas en todo su proceso de elaboración; asimismo ocurre con otras como las de La Loca Juana o cervezas Milana que consiguen cautivar los paladares más exigentes por su calidad y peculiares gustos y aromas.


Además de las cervezas y los vinos, en estas tierras se cultivan espárragos de Tudela, de Tudela de Duero, insustituibles por su calidad en los fogones de grandes maestros de la cocina, como Ferrán Adriá, que los considera imprescindibles en sus creaciones. Y quesos, como los que se producen en la Granja Cantagrullas de manera artesanal, con la leche cruda de sus propias ovejas de raza castellana, de la que obtienen productos de altísima calidad.

Si os decidís a descubrir la nueva mesa vallisoletana y precisáis alojamiento os recomendamos Los Almirantes, un hotel boutique ubicado en una antigua fábrica de harinas en Medina de Rioseco, impecable y adaptado a las últimas tecnologías.

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