De La Habana siempre se hablará para mencionar al menos dos lugares que nos distinguen. Quienes la conocen insistirán en que para disfrutar de esta capital, hay que tomarse un daiquirí en El Floridita y comer de la buena cocina criolla en La Bodeguita del Medio.
El diseño de sus dos edificios, que se enlazan por un hermoso túnel galería,fusiona sendos estilos; uno colonial y clásico, el otro más contemporáneo con una torre moderna de vidrio y acero. Ubicado en el corazón mismo de la Habana, su entrada principal mira desafiante frente al Parque Central y a un lateral del Prado habanero.