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ALFOMBRAS DE SERRÍN. Corpus de Elche de la Sierra (Albacete)

La Sierra del Segura en la provincia de Albacete es, para algunos, una zona desconocida, al igual que sus tradiciones. Dentro de ellas destaca por su trascendencia y originalidad las Alfombras de Serrín que desde hace casi 50 años se realizan en la localidad de Elche de la Sierra durante la celebración del Corpus Christi.


La Sierra del Segura en la provincia de Albacete es, para algunos, una zona desconocida, al igual que sus tradiciones. Dentro de ellas destaca por su trascendencia y originalidad las Alfombras de Serrín que desde hace casi 50 años se realizan en la localidad de Elche de la Sierra.


Revista Viajeros (edic. impresa nº 168) Fotos: © Elche de la Sierra y Mario Miranda

La tradición de las Alfombras de Serrín se inicia cuando D. Francisco Carcelén, comerciante de este municipio coincide en Tarrasa con esta festividad en 1963, y queda impresionado con las alfombras de pétalos de flores que se realizaban allí, y que tienen gran arraigo en Cataluña.

Deslumbrado con su vistosidad, piensa que es posible conseguir un efecto parecido pero con viruta tintada de colores, aprovechando así los excedentes que, por la abundancia de serrerías, había en la localidad. Prueba a tintarlo y tras arduos preparativos realizados en secreto –pocos ciudadanos conocían el proyecto– la madrugada del 28 de mayo de 1964 doce mozos de Elche de la Sierra salieron de sus casas y realizaron una alfombra de viruta de colores a lo largo del recorrido de la procesión, sorprendiendo a todos los vecinos.

La idea gustó tanto a los elcheños que año tras año se han ido involucrando cada vez más peñas: Los Galera, El Currante, la Peña el Agua, El Biberón, etc. En pocos años evolucionaron en materiales y técnicas logrando verdaderas obras de arte.

Durante el Corpus

Tras meses de preparación previa las treinta alfombras son finalmente realizadas en el recorrido de la procesión del Corpus por otras tantas peñas. En un total de 27 tramos de calle y 3 plazas (1.700 m2) se representan motivos religiosos, florales y ornamentales. Los cuadros realizados en el suelo, en sus mejores representaciones, tienen un milímetro de espesor.

Unos 600 alfombristas, de los 3.500 habitantes de Elche, componen la gran alfombra gestada en sus mentes en los meses anteriores. Éstos van desde los elcheños más jóvenes que la hacen por primera vez, deseosos de pasar su primera noche en vela, hasta las peñas de veteranos que retrasan el momento de su retirada. Todos se sienten especiales y artistas por una noche, herederos de una tradición única.


La noche más ansiada

La noche de las alfombras es la más esperada. En ella se plasma todo el trabajo anterior: bocetos, moldes y mezclas de serrín. Es una velada de convivencia, charlas y risas mientras se trabaja, pero también de nervios y esfuerzo.

El amanecer es lo más temido. Pensar que no se acaba a la hora estipulada, que los resultados no son los esperados, que han terminado todos menos ellos... En fin, una noche que se recordará todo el año, que sirve para embellecer durante unas horas las calles de este pueblo serrano.Y son horas, porque no son más de tres, durante las que se pueden contemplar, hasta que son pisadas por la Procesión del Corpus Christi, encabezada por los niños que ese año han recibido la Primera Comunión (este año la cita es el día 1 y 2 de junio).

 
Reconocimientos

En 1994 fueron declaradas por la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha Fiesta de Interés Turístico Regional. Dos años después, la Asociación de Alfombras del Corpus y con ella todos los alfombristas de Elche de la Sierra recibieron el premio Albaceteños del Año por la Casa de Castilla la Mancha de Madrid. En 2011, el premio a la Promoción Turística en Farcama. Además, se está tramitando el expediente para solicitar ser Fiesta de Interés Turístico Nacional.

En 2014 conmemora su 50 aniversario y se reconocerá el trabajo de los alfombristas anónimos que han logrado asentar esta gran obra cultural de Elche de la Sierra. La labor de tantas noches de arte efímero que no han sido en vano, porque se ha escrito una nueva página de su historia.

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