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BOTIQUÍN VIAJERO

Dicen que hacer las maletas bien es todo un arte, y estamos de acuerdo. Sin embargo, nos gustaría añadir que también lo es preparar un botiquín que, sin ser excesivo, sea capaz de sacarnos de un apuro en cualquier situación. Os proponemos anotar los 10 elementos imprescindibles en tu botiquín viajero.

El botiquín perfecto. 10 elementos imprescindibles

Dicen que hacer las maletas bien es todo un arte, y estamos de acuerdo. Sin embargo, en la
revista Viajeros nos gustaría añadir que también lo es preparar un botiquín que, sin ser excesivo, sea capaz de sacarnos de un apuro en cualquier situación. Os proponemos coger papel y lápiz y tomar nota de los siguientes componentes que no deben faltar.

Conviene recordar que se comercializan pequeños estuches con los productos básicos aunque siempre se echa en falta algo. Nosotros sugerimos comprar una bolsa un poco mayor para tenerlo todo a mano. Y si se viaja con niños, incluso más grande, ya que se suelen llevar más y diferentes elementos como los antigolpes.
 
1º. Nos gustan los químicos

Aunque existen personas muy reacias a medicarse es imprescindible incorporar al botiquín al menos un antitérmico como el Paracetamol o el Ácido acetilsalicílico y un antiinflamatorio como el Ibuprofeno. No tienen apenas efectos secundarios y pueden venir fenomenal en determinados momentos. Si viajas a algún destino donde las farmacias no abunden y el dinero en la población local tampoco, es interesante donar lo que te sobre en algún centro de salud. Se mostrarán muy agradecidos.

2º. Para pequeñas heridas y torceduras

Es difícil evitar algún rasguño o escoceduras en los viajes. Para ello lo más útil es llevar material de cura. Será suficiente con incluir gasas (un par de rollos con distinto ancho), esparadrapo, tiritas, una goma para hacer torniquetes y algún antiséptico como el Betadine o la Cristalmina.
Aunque no exista herida, una luxación es incluso más dolorosa y lo más conveniente es acercarse a un centro de salud. Por si no fuese posible debe incluirse una venda elástica y algún antiinflamatorio en gel o spray.

3º. Gama de repelentes

¿A quién no le ha picado un insecto en alguna ocasión? Todos sabemos lo molesto que es y que, a veces, ningún producto funciona. En este campo se ha avanzado mucho y se encuentran desde aquellos tradicionales que se extienden sobre la piel (los hay para adultos y para niños), a los que se presentan en forma de pulseras cuyos componentes ahuyentan a lo mosquitos durante unos 4-6 días. Sobre la ropa son principalmente dos, los que la vaporizan y aquellos que, en forma de parches, se adhieren como si de una pegatina se tratara. Por último, también se pueden encontrar en el mercado pequeños aparatos que funcionan con ultrasonidos que ahuyentan a los insectos. Y, por supuesto, los habituales para tener enchufados, que expanden distintos agentes químicos. Una malla que cubra la cama, si no duermes en un hotel, también es muy eficaz.
Una vez que no hayas conseguido eludir la picadura cualquier barra o producto a base amoniaco es lo más útil.

4º. Antiestamínicos

Si tienes alergias es obligado que le hagas un hueco o incluso que sea lo primero que contemples. Y si no es así, también puede ser útil incluir alguno suave para posibles picaduras, etc. Según el país al que se viaje puede ser más o menos necesario, ya que en algunos es muy difícil encontrarlos.

5º. Estómagos delicados

Las molestias digestivas también nos pueden estropear las vacaciones, así que no está de más añadir algo para la acidez, gases, gastritis, úlceras, etc. Tu médico o farmacéutico serán los mejores consejeros, aunque el Almax ya sea un básico en todas las maletas.

6º. Protector solar

No hay excusa válida para no llevarlo. La gama solar está tan avanzada que se encuentran para todo tipo de piel, más o menos densos e, incluso, sin que se noten brillos. No importa si es una salida urbana o de aventura, la protección es imprescindible y si es con un factor superior a 30 mucho mejor. No olvides una barra de cacao para los labios, su dermis es aún más sensible que la del resto del cuerpo.

7º. Un antidiarréico

Aunque pueda parecer excesivo a priori es de los males más habituales en los viajeros, ya sea por el cambio de hábitos nutricionales como por la ingestión de alimentos contaminados por bacterias. Existen muchos, entre ellos Fortasec o Tanagel. Unos sobres de Sueroral para pasar el mal trago te vendrán muy bien.
Las pastillas potabilizadoras de agua pueden ser buenas aliadas en algunos destinos para evitar la diarrea.
Si el problema es el contrario, el estreñimiento, los remedios también son variados. Uno de ellos es completamente natural (de venta en herbolarios) que consiste en unos cubitos envasados individuales y que están compuestos de higo y dátiles muy efectivos.

8º. ¿Mareos?

Por suerte, las molestias ocasionadas por los mareos se superan (casi siempre) con la administración de productos como la Biodramina. Si eres sensible procura comprarla con cafeína para no ir adormecido todo el tiempo.

9º. Objetos cortantes

La normativa en los aeropuertos es de todos conocida, por lo tanto, aunque es interesante llevar el botiquín en la bolsa de mano los objetos cortantes deben facturarse. Si no se usa este medio de transporte llevar unas pequeñas tijeras, pinzas, imperdibles y alguna jeriguilla es de suma importancia.

10º. No olvides tampoco...

Colirio para los ojos, termómetro, profilácticos y los medicamentos de tratamiento habitual (consulta antes con el médico y lleva alguna receta por si te preguntan en la aduana) o específicos de la zona a visitar (en el Centro internacional de Vacunaciones te orientarán).
Hay que tener en cuenta también el material del botiquín (mejor acolchados) y procurar no exponerlo al sol ni a temperaturas muy altas.


Por último, un manual de primeros auxilios puede evitar conductas perjudiciales ante la ausencia de personal especializado.
 

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