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VIAJES. Deportes activos en Costa Daurada

Salou, Cambrils, Mont-roig/Miami Platja, Vandellòs i l'Hospitalet de l’Infant y L’Ametlla de Mar son las poblaciones que constituyen la Estación Náutica Costa Daurada, un destino que integra actividades, alojamientos, restaurantes y servicios para pasar las mejores vacaciones en el mar.

Salou, Cambrils, Mont-roig/Miami Platja, Vandellòs i l'Hospitalet de l’Infant y L’Ametlla de Mar son las poblaciones que constituyen la Estación Náutica Costa Daurada, un destino que integra actividades, alojamientos, restaurantes y servicios para pasar las mejores vacaciones en el mar.

Por Óscar Checa (Revista Viajeros 173)

Hay un revuelo entre la gente del barco. Ya han comenzado a saltar al agua y la emoción, los nervios y algo de recelo y mieditis contenida, todo hay que decirlo, se transforman en un coro de voces, risas y algún grito de tesitura aguda. Estamos en L’Ametlla de Mar, en las piscinas-almadrabas donde el grupo Balfegó cría atunes rojos y donde han puesto en marcha una experiencia turística única en el mundo: poder nadar entre ellos. Es el Tuna-Tour Experience. Ahí, en mitad del mar, flotando, todos miramos ansiosos a través de nuestras gafas de buceo hacia el fondo y a nuestro alrededor. ¿Dónde están los atunes? Y de repente, como sombras, aparecen bajo nuestros pies, atraídos por el pescado que los monitores les sirven como señuelo. Es difícil describir la sensación de estar rodeado de estos peces gigantes: bajo el agua todo es silencio, movimientos suaves, destellos iridiscentes de escamas, rayos de luz cenital y ritmo acelerado de corazones humanos. Cuando salimos a la superficie vuelve la algarabía: la de los jubilosos miembros de la excursión y la de las decenas de gaviotas que intentan hacerse con alguno de los trozos de caballa destinados a atraer a los atunes. De nuevo en el barco, compartimos lo que hemos sentido mientras degustamos sushi de atún rojo. Esta es una de las experiencias que forman parte de las propuestas de la Estación Náutica Costa Daurada, que reúne decenas de ellas, relacionadas con el mar y los deportes acuáticos y náuticos.

Emociones fuertes

Elegir una estación náutica como destino de vacaciones ofrece la ventaja de tener todos los servicios reunidos, certificados y comprobados de antemano, por lo que desde el alojamiento hasta las actividades que realicemos serán de calidad. Otra ventaja es que se pueden planificar unas vacaciones en familia, pues encontraremos actividades adaptadas a todos.

Nosotros, de momento, como habéis visto, hemos comenzado por una de las más sorprendentes. Y para no bajar el nivel de adrenalina vamos a continuar con algunas otras pensadas para los más atrevidos. En la entrada del puerto de Cambrils, X-Wave propone una actividad delirante e innovadora: el flyboard. Básicamente es un invento que te permite volar sobre el mar gracias a la propulsión de agua generada por la turbina de una moto acuática y trasmitida a una tabla y unas botas calzadas a tus pies. Hay que cogerle el truco pero una vez pillado es muy divertido y uno se siente como Iron Man o como el Duende Verde, el archiconocido enemigo de Spiderman. Con el flyboard se pueden alcanzar hasta doce metros de altura pero hay una actividad en la que subimos hasta los 130. Es el parasailing, que podemos hacer, por ejemplo, en Salou con la empresa Wet and Wild. Ya sabéis cómo funciona, ¿verdad? Un arnés te une a un enorme paracaídas que es arrastrado por una lancha motora. Sobra decir que no es muy recomendable para los que sufran vértigo, pero la experiencia es fantástica: elevarse sobre el agua, sentir la fuerza del viento, cómo se va abriendo el horizonte y tu campo de visión y cómo, desde allí arriba, desaparecen los relieves y lo único que hay es silencio… Es una curiosa sensación de libertad la que se siente, pero aún más con los recorridos de jet ski, las motos de agua. Lucas es un jovencísimo abogado que decidió dejarlo todo y montar la empresa Jet Ski Tours Cambrils. Sus dos socios y él se pasan la temporada de verano en Cambrils prácticamente a bordo de una de estas motos, tal es la demanda que tienen. No sólo realizan cursillos y recorridos de aprendizaje, también organizan salidas guiadas para practicar buceo y snorkel en cuevas, o excursiones a Tarragona o el Delta del Ebro. La verdad es que conducir uno de estos bólidos en el mar, donde no hay fronteras ni casi límites es alucinante. Al principio uno va algo cohibido pero sólo hay que dejarse llevar para disfrutar y acabar dando gritos de felicidad con cada embate de las olas o cada giro.

Ratones o tiburones

Una sensación parecida es la que se siente en una banana boat, que también se llama ski bus porque se trata de una especie de bus hinchable que hace ski acuático tirado por una motora a toda velocidad. Lo habéis visto muchas veces en las playas, de un lado para otro. Es una actividad para todo el mundo pero son sobre todo los niños los que más disfrutan con ella. “¡¿Qué sois, ratones o tiburones?!” pregunta espartano el monitor al grupo de escolares que no se cansan de montar una y otra vez en la banana y que piden ir más rápido. “¡Tiburoooneeeesss!” y según lo están diciendo, dos o tres de los pupilos caen al agua con el primer tirón de la lancha… y vuelta a empezar.

Los grupos escolares también suelen venir a la estación náutica a practicar vela ligera o kayak de mar, dos actividades aptas para casi todo el mundo. El kayak, doble o individual, se suele realizar en cualquiera de los pueblos que enumerábamos anteriormente pero nosotros lo vamos a probar en la base náutica del Camping Els Prats, en Mont-roig del Camp-Miami Platja, con Marc Basquens. También será él quien nos enseñe cómo se navega en hobie cat, un catamarán ligero. Y no podemos tener mejor profesor pues lleva toda la vida en esto y acaba de volver de una travesía interoceánica (de Cambrils a Martinica) en la que ha pasado, junto a otros dos compañeros igual de aventureros, ¡19 días en un velero!


Manel, de Paddle Surf Arenal, también ha hecho muchos deportes náuticos a lo largo de su vida pero últimamente, en lo que se ha especializado y enseña a los visitantes es el paddle surf, en la zona de L’Hospitalet de l’Infant. Se trata de una modalidad de surf en la que se recorre la superficie del mar de pie en una tabla, ayudándonos de un remo adaptado que sirve para impulsarnos y de timón. Lo mejor es aprender en una zona donde no haya muchas olas, pues cuesta mantener el equilibrio en la tabla, pero cuando se consigue y se avanza por el mar abierto, como si camináramos sobre las aguas, se siente un placer inmenso. Y es que todos estos deportes y actividades no solamente son un entretenimiento, también tienen su lado de reto, de superación, por lo que resultan muy gratificantes. Manel también organiza cursos de windsurf o excursiones senderistas por la costa. En esta zona existen algunos antiguos refugios antiaéreos del tiempo de la guerra civil y, además, por aquí transcurre parte del GR92, un sorprendente sendero de gran recorrido que nos lleva a través de acantilados por algunos de los últimos rincones vírgenes de Costa Daurada.

El oficio de pescador

Una de las actividades que se acaban de poner en marcha en esta estación náutica es la de Pesca y Turismo. Con ella podemos acompañar a algún pescador en su faena diaria. Normalmente hay que madrugar, claro, para salir temprano como hacen los pescadores cuando van a levantar las redes que han echado el día anterior. Existen diferentes artes de pesca pero una de las más tradicionales y menos invasiva es el trasmallo. Es la que practica por ejemplo Juan Ángel, con el que hemos embarcado para ir a echar las redes y luego recoger las del pulpo. Es un pescador joven, que cuenta que cuando era pequeño siempre dibujaba barcos. A lo catorce años ya salía con su padre y cuando cumplió dieciséis se enroló. Ahora tiene su propia barca. Nos alejamos cinco millas (unos diez kilómetros) del puerto y entonces comienzan a echar la red: una boya con bandera negra primero, marcando el punto más cercano a tierra, y una boya con trapo rojo cerrando el cabo. Es una excursión muy interesante e ilustradora que sirve para valorar el trabajo de los pescadores, poco conocido y menos aún reconocido.

Nos quedarían muchas actividades por probar pero dejaremos que las descubráis vosotros mismos. Nosotros embarcamos ahora en el Ocean Fly, un gran catamarán que hace rutas por el litoral y en el que sólo hay que relajarse, tomar el sol y disfrutar de Costa Daurada.

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