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La salud también viaja en invierno

Aunque con un poco de timidez, el invierno ya ha llegado. Comienza el frío, la lluvia y las ganas de estar en casa frente a la chimenea. Os hacemos una pequeña lista de consejos relacionados con escapadas invernales y el cuidado de la salud en esta época del año.

 

Aunque con un poco de timidez, el invierno ya ha llegado. Comienza el frío, la lluvia y las ganas de estar en casa frente a la chimenea. Pero algunas de las cosas que trae acarreada esta estación hay que tomarlas con precaución. (Revista Viajeros, dic 2012)

El menor número de horas de luz y un clima más inestable pueden llevar a una gran parte de personas a sufrir efectos emocionales y físicos que deriven en estrés y depresión. Aumenta la tristeza y la apatía, se sufre decaimiento y falta de energía, las tareas cotidianas se convierten en un peso, etc. Los expertos dicen que para hacer frente a este estado de melancolía o winter blues, como se conoce en muchos países europeos, lo mejor es practicar algún deporte y viajar. A continuación os hacemos una pequeña lista de consejos relacionados con escapadas invernales y el cuidado de la salud en esta época del año.

Alimentación sana

De manera general hay que tratar de aumentar las defensas para fortalecer el sistema inmunológico y protegerse así de gripes, constipados y resfriados. La mejor forma de hacerlo es a través de una alimentación correcta y adecuada. Con la llegada del invierno nuestras apetencias respecto al tipo de comida cambian. El frío hace que prefiramos platos más calientes o más elaborados y además sentimos la necesidad de ingerir más alimentos. Sin embargo, no debemos abandonar los buenos hábitos de nutrición ya que, de lo contrario, al final del invierno sufriremos un aumento de peso y las consecuencias de una dieta inadecuada.

Las ensaladas frescas, menos apetecibles ahora, se pueden sustituir por entrantes ligeros, como sopas y cremas, verduras salteadas o a la parrilla. Junto a las verduras, es muy importante consumir frutas, como naranjas, mandarinas o kiwis, que nos aportarán una buena dosis de fibra y, sobre todo, vitamina C.

Los potajes y guisos caseros a base de legumbres constituyen una excelente opción en el menú habitual. La hidratación es otro aspecto fundamental durante el invierno. Hay que consumir líquido en abundancia (agua, zumos, infusiones...). Y como complemento, se puede tomar ginseng o jalea real que ayudarán a aumentar las defensas y proteger nuestro organismo de las afecciones y enfermedades comentadas.

Por último, no está de más recordar que hay que evitar los excesos que normalmente cometemos cuando llega la Navidad. Estas fechas presentan un gran número de acontecimientos marcados por la felicidad y la compañía de la familia e, inevitablemente, abundante comida. Lo más normal es que no nos preocupemos mucho por la salud en esos días, añadiendo una nada desdeñable cantidad de comida extra a nuestro cuerpo. Estas comilonas pueden provocar molestas indigestiones, por lo que conviene ser prudente y controlar hasta dónde puede aguantar el organismo.



Escapadas de invierno

Esa sensación de letargo y tristeza de la que hablábamos al principio puede superarse con un buen plan de actividades al aire libre, una relajante sesión en un spa y, si tenemos algunos días de vacaciones, aprovecharlos para marcharnos a latitudes cálidas. Pero los destinos invernales son también muy atractivos y mucha gente los elige para sus escapadas: países nórdicos o centro-europeos para ver los tradicionales mercadillos navideños, Canadá...

En cualquier caso, hay que ser prudente: si elegimos un enclave donde sea verano en esta época del año, por los cambios de climas dispares que afectarán a nuestro organismo; y si nos decantamos por un país de clima más continental, atraídos por la nieve y las estampas invernales, por el frío. Piensa que en lugares como Finlandia, Suecia, Rusia o Canadá la temperatura en estos meses puede llegar a bajar hasta los 20ºC bajo cero. Así, es recomendable informarse bien sobre este tema en las oficinas de turismo y  llevar la ropa adecuada para cada ocasión.

 Aunque suene muy obvio, hay que vestirse bien en los días de más frío. Visitar una tienda especializada en prendas polares es una buena idea a la hora de elegir qué metemos en la maleta. Hay que abrigarse pero el exceso de ropa puede hacernos sentir incómodos y recuerda que estamos de vacaciones y queremos pasarlo bien. Sobre todo hay que tener cuidado con los cambios bruscos de temperatura y dejar que el cuerpo se aclimate de forma gradual. Así, por ejemplo, es conveniente evitar las duchas calientes justo antes de salir a la calle donde puede estar lloviendo, nevando o la temperatura es muy baja.


Haz deporte

Durante estos meses es importante abandonar el sedentarismo y realizar  alguna actividad física. Una caminata diaria de 30 minutos a buen paso es una manera fácil de mantener nuestra forma física. La nieve atrae cada vez a más viajeros y la práctica de los deportes de invierno se va extendiendo. El esquí sigue siendo la estrella en esta época, una opción perfecta para activar nuestro cuerpo y provocar la generación de endorfinas, las proteínas responsables de la sensación de bienestar, alegría y vitalidad. Pero también aquí hay que tomar precauciones, sobre todo para evitar las lesiones. Las principales causas de las mismas en el esquí y el snowboard se deben a la falta de preparación física, además de no realizar calentamientos previos, el exceso de fatiga o de confianza, las imprudencias o la falta de dominio técnico.

Estas son algunas recomendaciones básicas: si es la primera vez que se practica uno de estos deportes, hacerlo con un monitor; transitar por las zonas permitidas; usar vestimenta adecuada, ropa térmica, transpirable y botas que protejan los tobillos, así como gorros, guantes, cascos y gafas homologadas para protegerse del sol; y llevar algún snack, agua o bebidas calientes.
El invierno es una época fantástica y todas estas recomendaciones ayudarán a potenciarlo.

Foto 2: © Caldea

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