VIAJES/ CULTURA. Ribera del Guadiana, historia viva (Badajoz)
Dejarse guiar por algunas de las poblaciones más singulares de Badajoz mediante recorridos y fiestas que recrean momentos y personajes históricos claves en el devenir de esta región. Es la nueva propuesta de la Ribera del Guadiana.
Por Jordi Jofré (Revista ViajeroS nº 174)
Ribera del Guadiana. Historia viva es una marca turística que sirve para dar a conocer 31 municipios de la provincia de Badajoz. Son tierras de espíritu tranquilo (aunque en determinados momentos, como durante la fiesta de La Batalla de la Albuera, se vuelven frenéticas) que esperan a ser descubiertas durante una corta escapada. Así, para los próximos puentes pueden ser una alternativa de viaje diferente y novedosa. Veamos qué es lo que nos pueden ofrecer.
Lecciones de Historia
Para descubrir todo el potencial de la zona nada mejor que seguir alguna de de las llamadas Rutas con historia que se han diseñado con tal fin. Son 10 itinerarios temáticos que permiten conocer los principales atractivos patrimoniales de estas tierras extremeñas. Los recorridos nos hablan de arqueología, de templarios, de románticos y liberales, de personajes literarios y, cómo no, de delicias gastronómicas. Es complicado disponer de tiempo suficiente para disfrutar de todos ellos en una sola escapada pero podemos ir picoteando un poco de cada lado, como hicimos nosotros.
Para este viaje elegimos como campo base el Parador de Zafra que se halla ubicado en el Palacio de los Duques de Feria. El edificio destila historia, lo que se puede comprobar, por ejemplo, en su llamativo y clasicista patio de mármol. Desde allí nos trasladamos a Feria para subir al castillo e ilustrarnos en su interesante centro de interpretación. Una vez aprendida la lección no podemos dejar de pasear por la población que asoma como un núcleo apiñado y encalado donde se esconden rincones con encanto.
Al día siguiente nos trasladamos hasta Burguillos del Cerro. Su trayectoria incluye momentos de éxito. Así, el ayuntamiento ocupa una construcción que antaño sirvió como convento. Otros lugares de la localidad que merecen ser conocidos son el castillo, la plaza del Pilar Grande y la antigua iglesia de Santa María. No obstante, quizás lo más interesante de todo sea el centro de interpretación de la Orden del Temple que explica de maravilla la idiosincrasia de este grupo militar y religioso, además de incluir edificaciones de la época musulmana.
La tarde la reservamos para pasear por Almendralejo que es la capital de la comarca de Tierra de Barros, un enclave dinámico que resulta ideal para descubrir el potencial enológico de la región en sus bodegas y la calidad de su gastronomía (es buena idea acercarse a la Plaza del Mercado, un edificio de estilo neomudéjar donde se puede comprar productos típicos). Allí también nos espera un interesante patrimonio donde destaca el palacio de Monsalud, la casa natal de Carolina Coronado y, entre otros, su coqueta plaza de toros. También hay que tener en cuenta en esta visita el Museo de las Ciencias del Vino de Almendralejo, un espacio cultural que aúna historia y tradición y que, a través de sabores, aromas y colores, ilustra sobre la cultura vitivinícola del lugar.
Para el final del viaje hemos dejado Zafra, quizás el gran imán turístico de Ribera del Guadiana. Punto estratégico de la Vía de la Plata, recuerda mucho a Sevilla por su colorido y personalidad. Paseando por sus calles angostas uno se va encontrando puertas monumentales de la antigua muralla, numerosos monasterios, casonas que son testigos del desarrollo de la burguesía y perlas como la iglesia colegiata de La Candelaria y el ya mencionado Palacio de los Duques de Feria. Zafra es, sin duda, un estupendo lugar para escaparse y tapear entre plazas y agradables tabernas.
¡Nos vamos de fiesta!
Aparte de sus virtudes patrimoniales, históricas y gastronómicas, Ribera de Guadiana puede presumir de otro gran atractivo: su catálogo de fiestas populares. Son eventos muy animados y algunos de ellos tan atractivos como la Batalla de la Albuera que tiene lugar durante el mes de mayo. Se trata de una espectacular recreación de una contienda bélica que tuvo lugar en la población homónima en 1811, cuando se enfrentaron españoles, portugueses e ingleses contra franceses y polacos. Durante la celebración, casi todos los vecinos se echan a la calle para revivir aquellos momentos históricos, y tanto lugareños como visitantes disfrutan con desfiles militares, vistiendo trajes de época y recreando el escenario con mercados, banderas, himnos y ¡hasta cañonazos!
Si el olor a pólvora y los petardos no van con nuestro gusto, podemos elegir otras opciones. Nosotros nos decantamos por la Ruta literaria de Almendralejo, municipio que vio nacer a dos grandes literatos del siglo XIX: Espronceda y Carolina Coronado. Una vez más son los habitantes de la localidad quienes escenifican los actos, entre los que destacan juegos, talleres y, sobre todo, pequeñas obras teatrales en lugares significativos de este rincón pacense. Resulta muy divertido descubrir de esa manera los entresijos de la época: aparte de lecciones históricas, no faltan chismes y buenas dosis de humor ácido.
La larga lista de fiestas populares incluye otras como el Festival Morisco (Hornachos), La Noche Templaria de San Juan (Burguillos del Cerro), La Atalaya del Azor (Medina de las Torres) o eventos con nombres tan sugerentes como el de ‘De la luna al fuego’ que tiene lugar en Zafra.
Para tomar nota: El buen comer en la Ribera del Guadiana
Ribera del Guadiana nos ha dejado un buen sabor de boca... en todos los sentidos. Los productos más famosos son los embutidos, los aceites, los vinos y el cava. Las carnes de cerdo son, igualmente, exquisitas. No hay que olvidarse de los quesos, sobre todo de los que son elaborados con leche de oveja. En todo caso, si nos apasiona la gastronomía podemos sacar buenas ideas de las siguientes webs: www.rutadelvinoriberadelguadiana.com y www.rutajamoniberico.es
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