Se trata del restaurante Palco, ubicado en el Hotel Teatro. Todo aquí está en relación con el mundo teatral y así, la puesta en escena es perfecta. La entrada misma del hotel, con su puerta de dos hojas metálicas en la que están grabados unos versos del escritor Almeida Garret, deja presagiar el espectáculo que empieza unos pasos más allá. Espectáculo de diseño, claro. Y lo mismo en la propuesta gastronómica, que apuesta por los sabores tradicionales pero presentados de manera absolutamente moderna. Welcome to the show!
De Harry Potter al Astória
Desde hace un tiempo, Oporto parece haber despertado de un letargo. La gente habla de la movida de la ciudad, teniendo como referencia aquel ambiente de creación y novedad del Madrid de los ochenta. Nuestro propósito es descubrir algunos de los últimos espacios aunque el recorrido de este primer día también nos llevará hasta rincones más clásicos que no se pueden obviar. El primero, la Librería Lello. Está llena, pero la mayoría de la gente no ha entrado buscando algo que leer, al menos en principio. Lello es una de las librerías más antiguas del mundo y aunque tiene un fondo bibliográfico de más de 80.000 títulos, lo que más impresiona es su arquitectura interior. Su escalera, sinuosa y llamativa, va guiando a los clientes hacia unos estantes u otros. Parece que tuviera vida. Y algo así pensaría la autora de Harry Potter, que vivió en Oporto durante una temporada, y que se inspiró en esta escalinata para crear la escalera de la biblioteca del colegio Hogwarts. Tras echar un vistazo, me llevo el último libro de José Peixoto y me despido de Antero y sus ayudantes, a los que se les ha acumulado el trabajo en la caja.
En la misma rua das Carmelitas, el escaparate de una tienda llama nuestra atención. Se trata de A vida portuguesa, un compendio de objetos que han marcado el día a día de nuestros vecinos lusos durante generaciones. Tiene un éxito tremendo y es una buena manera de conocer un poco más de cerca la cultura portuguesa. Para haceros una idea, es como si reuniéramos nosotros cosas como el jabón Lagarto, las botellas de La Casera, el Calendario Zaragozano, los PetaZeta, los porrones y los botijos, la gitana aquella que siempre se ponía encima de la tele y cosas por el estilo. Es una manera más de acercarnos al diseño, aunque de otra época, claro.
Para comer hemos elegido el restaurante del Intercontinental Palacio das Cardosas, abierto tan sólo hace unos meses, en plena plaza da Liberdade, la principal de Oporto. El edificio se diseñó como convento, pero nunca llegó a ser tal. Y ahora es un hotel (eso le pasa al más pintao... ) Además de su restaurante, hay que destacar dos otros espacios: su cóctel-bar, donde se celebran encuentros-degustación con los principales productores de vino de la zona, y el Café Astória, toda una institución decimonónica que, con la nueva etapa, se abre a todo el mundo.
Sabor y audacia
La tarde la hemos planificado por aquí cerca, en la rua Santa Catarina, una calle peatonal y una de las principales zonas comerciales. Es donde está el Majestic, otro café de principios de siglo que, aunque guarda en la decoración elementos modernistas ha perdido el ambiente típico de estos lugares. ¡Ay, el turismo lo ha convertido en víctima de su propio éxito!... pero el café sigue estando buenísimo. Después, ya en otro barrio, nos hemos acercado hasta el Palácio da Bolsa, la antigua sede de la Asociación Comercial de Oporto, que hoy es un lugar destinado a la celebración de conferencias y manifestaciones culturales. Lo más llamativo de sus salas es la impresionante obra de yesería y estuco pintado imitando madera. Nuestro plan para la noche consiste en una cena en el restaurante DOP y un concierto en el Hard Club, dos lugares singulares donde el diseño sale a nuestro encuentro. DOP (Sabor y Audacia en Oporto) es el restaurante de Riu Paula, uno de los cocineros de más prestigio de Portugal. Tras ganarse merecidamente su reputación en DOC, su primer establecimiento, ubicado en la zona del Duero, ha abierto este otro en su ciudad natal siguiendo su anclado concepto gastronómico basado en la joie de vivre. No es casual que esté ubicado en el Palacio das Artes, un lugar que potencia la cultura y la creación vanguardista, pues por ahí van también los tiros de su cocina. Y a la vuelta de la esquina encontramos el Mercado Ferreira Borges. Sí, es el Hard Club del que hablábamos. Este edificio de diseño industrial fue un mercado y, tras permanecer abandonado y cerrado durante años, se ha transformado en restaurante y sala de conciertos y actividades culturales, siempre dentro de un marco alternativo, joven y moderno. Esta noche toca música electrónica y nos vamos a quedar un ratito.
Un meteorito blanco
El segundo día comienza con la visita de uno de los edificios más atractivos de la ciudad: la Casa da Música. Hay que imaginarse a los portuenses viendo aparecer este armazón blanco, irregular y extraño en el lugar donde estaban las antiguas cocheras del tranvía... exactamente: el grito en el cielo. Pero el proyecto estaba bien sustentado y pretendía que todo el mundo lo sintiera como algo suyo. Es un espacio verdaderamente didáctico que ha acercado la música a los habitantes de la capital, gracias, entre otras cosas, a los precios de los conciertos, que están al alcance de todos. Rem Koolhass, el controvertido arquitecto holandés, puede estar contento con su obra, con este gigantesco meteorito que levanta el suelo en dos olas de mármol travertino, en clara alegoría a la irrupción de algo espléndido y poco conocido que, por su fuerza, acaba inundándolo todo. Poesía pura.
Bombarda y libros
Vamos a comer al Buhle, uno de los restaurantes más llamativos de Oporto, situado a un paso del mar. Su arquitectura minimalista y de líneas rectas y planos definidos es sorprendentemente acogedora. Y su oferta gastronómica, donde los sabores ibéricos y mediterráneos comparten espacio con la cocina asiática, es muy recomendable. Mientras damos cuenta de un risotto de azafrán y una selección de magnífico sushi, acompañado por vino D.O.C. Douro, nos preparamos para abordar la zona más alternativa e innovadora de la ciudad: Miguel Bombarda.
Hace unos años empezaron a instalarse por Miguel Bombarda diferentes galerías de arte y en seguida les siguieron locales de todo tipo: enotecas, librerías (como Papa-Livros, donde Adélia Carvalho y sus socios crean fantásticos libros para niños), tiendas de decoración, de ropa (como la del diseñador Nuno Gama, que es, además, su atelier y donde realiza vanguardistas y arriesgados estilismos inspirados en la tradición portuguesa), bares y casas de té... La zona es un hervidero de nuevas tendencias y de cultura contemporánea, que cada seis semanas explota de vida, cuando tienen lugar las inauguraciones simultáneas de todas las galerías.
El mismo ambiente efervescente y lúdico encontramos por la noche en la zona entre los Clérigos y la plaza da Liberdade, otra de las señas de identidad del nuevo Oporto. Restaurantes y pubs se suceden aquí, cada uno más curioso que el otro. Después, estamos listos para salir a recorrer bares como Café au lait, Era uma vez no Porto, Clube 3C, Plano B o Casa do Livro, todos en las calles de alrededor.
Nos han dado para mucho estas 48 horas pero, después de ver todo lo que Oporto ofrece, queremos (como vosotros también querréis) quedarnos al menos otras tantas.