En Castilla y León el aroma navideño se recoge en las típicas estampas con olor a leña en calles empedradas en las que los belenes cobran vida. Y es que el clima de estas tierras, que en ocasiones es todo un hándicap, consigue que en esta época se pueda disfrutar de muy distintas experiencias a golpe de tópico de postal invernal con encanto.
Visitamos la Iglesia de San Cristobal, del siglo XVII y las ermitas de la Virgen de la Guía y Nuestra señora de Revenga, patrona de los Carreteros. Nos detenemos un momento en su plaza donde llama nuestra atención un fronton adosado al ayuntamiento con graderío en desnivel. Una de nuestras paradas gastronómicas fue la Posada las Mayas, hotel con encanto de Quintanar de la Sierra donde también pasamos la noche, y otra delicia para el paladar más viajero la ofrece el Hotel Casa Ramón, donde se podrá disfrutar de los platos tradicionales más elaborados de la zona.