Guadalajara. Comarca de Molina - Alto Tajo

Después de 135 km. por la A-2 tomamos el desvío en Alcolea del Pinar, dirección Molina de Aragón, pero antes pararemos en Riva de Saelices para visitar la Cueva de los Casares. Esta gruta, declarada monumento nacional, se remonta al paleólitico y es la primera en el mundo con escenas de carácter sexual.

Aquí ponemos nuestro punto de partida al Geoparque de la comarca de Molina de Aragón y Alto Tajo. Comprende 70 pueblos en 4.200 km2, en el se encuentra el Parque Natural del Alto Tajo, con 35 municipios de Guadalajara y 2 de Cuenca que ocupan 175.000 hectáreas. Nos encontraremos con bosques de sabinares, pinares de pino silvestre laricio, carrasco, quejigares y encinares, y en otras zonas tejos, tilos, acebos, abedules y avellanos entre otros.

Sobre nuestras cabezas sobrevuelan águilas perdiceras y reales, halcones peregrinos, alimoches y buitres leonados. Y en tierra firme, jabalíes, corzos, gamos, ciervos, cabras montesas, nutrias, garduñas, ginetas y tejones.

Hay diseñadas once georutas habilitadas con paneles explicativos. Desde donde nos encontramos parte la georuta 2, que conecta el valle de los Milagros con el de la Sal. Cerca se encuentra el Monasterio de Buenavista del Sistal, comunidad ciscerciense o bernarda de siete monjas donde reina la tranquilidad y donde puedes alojarte en su hospedería. El templo es de estilo ciscertiense francés del siglo XII y en su interior destacan una pintura mural del pantocrátor y una talla gótica de madera del siglo XII; el Cristo de la Salud de Buenafuente. La fuente que da nombre al monasterio todavia sigue manando en el interior de la iglesia.

Tras realizar una parada gastronómica en el hotel Peñarrubias y disfrutar de las especialidades de la zona - morteruelo, migas, rabo de toro y trucha - nos adentramos en los espectaculares escenarios del parque. En primer lugar el Mirador del Tajo en Zahorejas, que nos enseña los cañones, farallones y cortados que forma el rio Tajo, así como la multidtud de aves que sobrevuela el lugar. El mirador está muy bien diseñado para invidentes y personas de reducida movilidad.

Seguiendo el camino llegamos al Barranco de la Hoz, formaciones de arenisca y caliza con huellas de plantas y animales fosilizadas nos dan idea de la antigüedad del lugar. Nos encontramos con pinos resineros que han vuelto a la economía rural. Más abajo se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de la Hoz.

Molina de Aragón, antiguamente llamada "de los Caballeros" hasta que en 1375 Pedro IV rey de Aragón se alzó con el poder de la ciudad durante seis años y desde entonces conserva el nombre de Molina de Aragón. En 1812 consiguen el título de ciudad por Fernando VI y las Cortes de Cádiz por el valor heroico mostrado en la Guerra de la Independencia, que con la ayuda del Empecinado expulsan a los franceses para  levante. Isabel la Católica reconoció la bravura de los molineses con la frase “Vale más un malo de Molina que un bueno de Medina”. Ahora, la economía está orientada a la cultura, el patrimonio y el turismo.

Hay multitud de alojamientos pero destacamos: El Hotel Palacio de los Molina y el Hostal Rural El Molino del Batán.

La joya del románico molinés es La Iglesia de Santa Clara con una portada de influencia francesa, dispone de un convento de clarisas de clausura.

Tras la iglesia de San Pedro, de influencia renacentista, llegamos a la Plaza de España donde se encuentra el Ayuntamiento y la placa de nombramiento de la ciudad.

El primer señor de Molina, Don Manrique de Lara fundó la iglesia de Santa María del Conde actualmente sin utilización religiosa. Continuando por un entresijo de calles nos encontramos con la judería y al otro lado del río se encuentra la morería, con agua y jardines. El paseo alrededor del río Gallo hacia el Puente Viejo románico resulta de lo más refrescante y reconfortante. Al otro lado nos encontramos con multitud de casas blasonadas, como el Virrey de Manila y el de los Arias. Iglesias como San Miguel, San Martin del siglo XII y la de San Gil.

En las afueras, sobre una alcazaba del siglo XII y en perfecto estado de conservación, se encuentra el Castillo con la Torre de Aragón para avisar de los peligros.

Alejándonos un poco, en la Sierra de Caldereros se encuentra el Castillo de Zafra, fortaleza fronteriza entre los reinos de Castilla y Aragón desde el siglo XII, cuando Alfonso I el Batallador conquisto la comarca de Molina a los musulmanes. Aquí se rodó la escena del nacimiento de Jon Snow de la serie Juego de Tronos, lo que le sigue dando cierta popularidad al lugar.

Lugares interesantes para comer en Molina de Aragón son el Asador Catacaldos así como el Palacio de los Molina. Los productos típicos de los molineses son asados de corderos al horno, manitas de cordero con sofrito de tomate, setas a la plancha o al ajillo, las migas y los bolos con morro, también truchas y calderetas de cabrito trufado.  En dulces llevan fama las patas de vaca, los huevos de dulce y la leche frita además de la famosa miel.