Ahora, la propiedad ha querido sumarse a La Hora del Planeta, una iniciativa mundial impulsada por la organización WWF que se celebra anualmente el último sábado de marzo (este año, el día 30) como símbolo de lucha contra el cambio climático. Sensibilizados con la necesidad de reforestación de la zona, tras los devastadores incendios que asolaron los montes de Galicia el pasado año, María Luisa García, su marido José Ramón Lorenzo y su hija Luisa Lorenzo (propietarios de A Quinta da Auga) han decidido poner su grano de arena y donar tres euros de cada estancia que se realice en el mes de marzo, que serán destinados a comprar castaños autóctonos y plantarlos en una finca de su propiedad, situada a menos de un kilómetro del hotel. En palabras de Luisa Lorenzo, directora del hotel, «hemos puesto en marcha esta acción para concienciar a la sociedad en la necesidad del cuidado del planeta, y más después de los graves incendios de este verano en Galicia».
Se trata de castaños micorrizados procedentes de Hifas da Terra, un centro de investigación con sede en Pontevedra especializado en micología aplicada. Su equipo de científicos estudia los hongos para utilizar sus beneficios en dos ámbitos principales: la mejora de la salud de las personas y la rehabilitación medioambiental. Una de sus líneas de éxito es la creación de un vivero de árboles micorrizados, entre los que se encuentran estos castaños inoculados en la raíz con los hongos adecuados para producir Boletus edulis y seleccionados para la producción de castañas de gran calidad (con un calibre especial, más grande). Generan una gran riqueza económica en la zona donde se plantan –su productividad en un terreno apropiado a los quince años de plantación alcanza los 6.100 €/ha/año, entre setas, castañas y madera–, ya que además son resistentes al fuego y a la enfermedad de la tinta (la más grave que afecta a esta frondosa).
La idea original de A Quinta da Auga era regalar un árbol a cada uno de sus clientes, pero la descartaron por diversos motivos: en primer lugar, porque se trata de una especie autóctona que no podría desarrollarse adecuadamente en determinadas zonas, y, en segundo, porque los ejemplares listos para ser plantados tienen un metro de altura como mínimo. Con el asesoramiento de Hifas da Terra, se optó entonces por el donativo de un porcentaje de cada reserva equivalente al importe necesario para comprar y plantar en sus terrenos uno de estos árboles micorrizados. La plantación estará muy cerca del hotel y los frutos se recogerán en los próximos otoños para ser utilizados en la carta del restaurante Filigrana siguiendo la filosofía de cocina de kilómetro cero de los Relais & Châteaux: «del árbol a la mesa».