Este segundo acto requiere un cambio de escenario. Nos encontramos en el WAH Theatre recorriendo un emotivo camino cargado de historia musical. Se hace imposible contener la nostalgia que viaja libre hacia momentos significativos de nuestra vida, aquellos que fueron marcados por una canción, porque, de forma sutil y discreta, la música siempre está presente.
Los mejores músicos, selectos bailarines y las voces más prodigiosas del momento despliegan su talento por este escenario, arropados por unos efectos audiovisuales únicos en Europa y proyectados sobre una pantalla de más de 300m2 de led.
Si un show es capaz de levantar hasta 1200 personas de sus asientos, lo más probable es que se convierta en en un destino de ida y vuelta.
Afortunadamente, es un plan que se puede repetir porque no hay dos iguales.
"Mismo talento, distinto viaje"