Viajar con niños es siempre una experiencia muy especial. Su forma de ver el mundo y de sorprenderse a cada paso hacen que todo se disfrute siempre mucho más, aunque si son muy pequeños, también puede dar algo de miedo.
Para que todo salga tal y como se desea, es importante preparar las cosas con tiempo y ser muy organizados.
Os damos algunos tips que os pueden resultar útiles a la hora de preparar estos viajes tan especiales.
Es inevitable, los niños van a necesitar mucha ropa. Por eso, lo mejor es hacer una lista para no olvidarse de nada, pero tampoco llevar de más. Aunque ese viaje sea a un destino cálido, conviene echar en la maleta alguna prenda de abrigo. Si falta algo, siempre se pueden comprar prendas como chaquetas, calcetines o patucos para bebé recién nacido online en tiendas como Cóndor shop.
Además de ropa, tampoco hay que olvidar sus artículos de higiene y, por supuesto, un pequeño botiquín para imprevistos. En él siempre hay que incluir esas medicinas de uso habitual o algún analgésico para niños.
Incluso los niños muy pequeños deben viajar con su documentación en regla: DNI, pasaporte, visado, etc. Esa documentación dependerá del destino, por ello, es importante no esperar al último momento y prepararla con tiempo.
Además de esos documentos identificativos, también hay que llevar los médicos, es decir, la tarjeta sanitaria (también la europea, si se va a viajar dentro de la UE). En caso de viajar fuera de la Unión Europea, un consejo es contratar un seguro médico que cubra cualquier eventualidad en el extranjero.
Llevar una bolsa o mochila con ropa de recambio, juguetes o entretenimiento, bebida y algo de comida siempre es útil a la hora de viajar con niños. En caso de que se necesite, no será necesario abrir la maleta.
Sobre todo cuando se va a viajar en avión, este consejo es fundamental. A pesar de las limitaciones en el equipaje de mano, cuando se viaja con niños pequeños sí se permite llevar leche para bebés, tarritos de puré o zumos.
Los niños son incansables, pero también pueden aburrirse con facilidad. Por eso, siempre es aconsejable planificar con antelación actividades en el destino con las que ellos puedan disfrutar. No importa si esas vacaciones son a la playa, a la montaña o a una ciudad en concreto, siempre hay miles de cosas que se pueden hacer incluso con niños de corta edad.
Se trata de que todos puedan pasarlo a lo grande en el viaje. Por eso, con niños mayores lo ideal es negociar, para que haya actividades tanto de acción como de relax y no regresar agotados de la experiencia.
Aunque cuando se viaja con niños se sea importante preparar el viaje al detalle, también es importante ser flexibles. No hay planes que no se puedan cambiar o modificar. Es más, a veces la improvisación ayuda a disfrutar mucho más de la experiencia.
Siempre pueden surgir planes que no estaban previstos, pero son atractivos para todos. O, al contrario, puede que en un momento aparezca el cansancio y haya que bajar el ritmo para que los niños repongan fuerzas.
Viajar con niños es una experiencia maravillosa, y no hay que tenerle ningún miedo. Con una buena organización, todos disfrutarán por igual de esa escapada o esas vacaciones.
A casi todo el mundo le gusta viajar. Según artículos publicados recientemente, más de 1400 millones de personas se movilizan por todo el mundo, esto quiere decir que, aproximadamente un 20% de la población mundial viaja de un sitio para otro. Hoy os hablamos de la importancia de viajar en todas las edades, pero, sobre todo, de relacionarse internacionalmente cuando somos pequeños.
En familia y buscando propuestas divertidas. Con ese objetivo hemos viajado hasta Costa Daurada y, la verdad, hemos vuelto con una sonrisa. Abrid bien los ojos porque tenemos opciones para aventureros, glotones, arqueólogos e, incluso, para aprendices de pescadores y pastores. ¡Disfrutadlo en buena compañía!
