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Textos y fotos Editorial Viajeros
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BOTSWANA. Los mitos del corazón africano.

Botswana es el sueño de intrépidos viajeros dispuestos a seguir los pasos de la gran fauna africana y a descubrir el refugio de uno de los pueblos más ancestrales del continente, los bosquimanos.

Recorramos juntos este paisaje de sabana que es la fuente de sustento de todo un país.

Botswana no tiene mar y, tal vez por ello, su geografía llana y cubierta de una sabana semidesértica ha convertido el delta del río Okavango en uno de los lugares más fascinantes del mundo. Este paraje forjado por el tercer río más largo del sur africano –tras haber recorrido 1.600 kilómetros a través del área central de Angola– se adentra en el desierto del Kalahari, donde pierde su nombre fluvial y la morfología de río maduro abriéndose al mar. En medio de un paisaje que tiende al desierto decide deshacerse en un impresionante delta.

 

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Navegar en mokoro, la barca tradicional, es la mejor manera de conocer el laberíntico río Okavango

un fascinante laberinto.

A primera vista resulta desconcertante el laberinto de canales, lagunas y miles de islas dispersos entre tierra, agua y vegetación creados por el río. La orientación es complicada ya que cambia después de cada estación de lluvias. Salvo para los locales que, a bordo de sus mokoros –o ligeras barcas de madera alargadas–, son capaces de descubrir todos los recovecos cambiantes entre los que se guarda su belleza más salvaje.

Estamos ante el único delta fluvial del mundo donde la mano del hombre no ha intervenido. La vida salvaje africana, consciente de ello, parece apoderarse de un territorio que, en sus momentos de mayor inundación, sobrepasa los 22.000 km2. En la zona suroriental, donde la sequedad se hace más evidente, se encuentra el lugar favorito de los cinco grandes de la fauna africana –elefante, león, búfalo, leopardo y rinoceronte–, junto a un sinfín de especies emblemáticas para los amantes de los safaris.

el desierto de kalahari

El Kalahari, que se extiende más allá del delta, es un desierto remoto donde el primer explorador europeo, el británico Livingstone, se adentró a mediados del siglo XIX. La palabra nativa que lo denomina (que significa gran sed) capta su esencia de desierto pobre y salpicado de raquíticos arbustos.

El corazón del Kalahari pertenece en parte a los cien mil bosquimanos que habitan el sur de África. Es un pueblo cazador, habituado a vivir en la rudeza semidesértica gracias a sus hábitos nómadas y el conocimiento profundo de la naturaleza que lo rodea. Los bosquimanos esconden secretos de vida suficientes para habitarlo. Sus hábitos de nomadeo en continuo movimiento por el territorio de sus ancestros, unido al hallazgo de diamantes en su reserva, ha convertido este enclave inhóspito y solitario en un codiciado paraje. Les ha obligado a convertirse en agricultores semisedentarios y a enfrentarse, aún más, a extremas dificultades para la obtención de agua.

Un territorio de contrastes únicos donde el río Okavango vive sin ansia de ver el mar y es capaz de hacer un guiño a la geografía para perderse en un desierto mítico, el Kalahari.

Texto y fotos: Editorial Viajeros

Por su arquitectura, ubicación, características especiales o ese plus que los hace inconfundibles. Descubre los 5 alojamientos más curiosos y originales de Sudáfrica: The Grand Daddy, Rhino Post Safari Lodge y Plains Camp, The Turbine, The Palace of Lost City y Gorah Elephant Camp.

Isla Reunión. Cima de Morne Langevin. Revista Viajeros

Texto y fotos: Editorial Viajeros

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