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Tinta de Toro, Garnacha, Verdejo y Malvasía

Donde el Duero acuna a la uva, la historia deja su huella, y la naturaleza crea su magia, es muy probable que encontremos una hermosa ciudad para visitar. Si además coincide con la celebración de una fiesta declarada de interés turístico regional, lo probable se vuelve evidente y la Fiesta de la Vendimia de Toro resulta una buena elección para cualquier escapada de fin de semana.

Por aquí han pasado todas las civilizaciones presentes en la  península; Celtas, fenicios y romanos. Aquí fue proclamado rey Fernando III  El Santo, Fernando el Católico leyó el testamento de Isabel La Católica y fue proclamada Doña Juana reina de Castilla. 

LUGAR ESTRATEGICO

La ciudad de Toro está estratégicamente situada cercana  al Duero, junto a su vega  y próxima a la frontera con Portugal, por lo cual muy pronto  la amurallaron para defender las fronteras. Toro no solo es historia sino también es monumental  y gastronómica, sede de la denominación de origen de vino Toro, aquí se escribió y se dieron a conocer las Leyes de Toro. 

Desde el espolón de la ciudad, de donde se tiene una vista espectacular de la vega del Duero, tuvo lugar la batalla de Toro, donde se aseguró la permanencia Isabel I en detrimento de su sobrina Juana la Beltraneja, apoyada por las tropas lusitanas.                     

LA FIESTA DE LA VENDIMIA

El origen de esta fiesta popular y espontánea, celebra el alborozo de finalizar la recolección de la uva. Coincidirá en el segundo domingo de octubre con la fiesta del Pilar. Este año ha tenido lugar del 11 al 14 de octubre. Estos cuatro días están repletos de multitud de actividades, además del Mercado Medieval y Pasacalles de Zancudos, Malabaristas, Acróbatas y Bufones, hay multitud de premios de pintura rápida, gastronomía, coctelería con vino de Toro (Wine Mixology), cata de vinos de Toro, Festival Nacional de Folclore “Ciudad de Toro”, y Noche Flamenca Solidaria. A las doce del domingo, tuvo lugar la XV edición del famoso y tradicional “Desfile de carros” engalanados a la antigua usanza con acompañamiento de música y bailes tradicionales.

"Rojo bermellón intenso con finos tintes violáceos a la vista, compota de frutos rojos confitados con especias dulces y fondo tostado al olfato, denso en boca, con retronasal  fresco y con un roble bien ensamblado"

D.O. TORO

La Denominación de Origen Toro obtuvo su reconocimiento como denominación en 1987, con una producción superior a los 20 millones de kilos de uva, comercializa más de 12 millones de botellas anuales, cuya variedad más importante es la Tinta de Toro, aunque también utliza garnacha para los tintos y rosados, y verdejo y malvasía para sus blancos. Son más de 50 bodegas incluídas en la denominación, con 5.600 hectareas de viñedo inscritas.

La “Tinta de Toro”, variedad autóctona por excelencia, tiene una fama reciente pero una historia muy antigua. Desde la época romana, en tiempos del general cartaginés “Anibal”, el vino de Toro se consideraba un gran tesoro en el mercado, y era el único que tenia permiso de entrada en Sevilla. Fue el vino que llegó a América con Cristobal Colón en “La Pinta”, bautizada así por el nombre que se le daba a una medida de capacidad empleada en la ciudad de Toro, y que sigue utilizándose a día de hoy.

Fue a la llegada de la filoxera a Europa, cuando la región se convirtió en gran exportadora de vinos, principalmente a Francia, ya que la plaga apenas afectó a sus viñedos.

Encontramos bodedas tan reconocidas como Pagos del Rey, en Morales de Toro, donde se puede visitar su museo dedicado al vino. Las bodegas Valbusenda, disponen de un hotel de cinco estrellas y un restaurante de alto nivel, Nuba. También elaboran toro las bodegas Liberalia y Numanthia

Con el vino de Toro, se degustan  las  famosas viandas típicas de la zona como los quesos zamoranos, embutidos, tortilla de patatas y pimientos fritos. Se puede comprar  asi mismo todo tipo de dulces y pastas del monasterio, setas, miel, legumbres y chocolates.

 

PASEO MONUMENTAL

El icono de la ciudad es la Colegiata de Santa María la Mayor, de los siglos XII y XIII, transición del románico al gótico, destaca el cimborrio pentagonal con clara influencia bizantina que permite iluminar la nave central. Ya en su interior encontramos a primera vista la Portada de la Majestad, en ella podemos observar la conservación de su policromía original, detalle que que la hace única. No pasa desapercibida la Virgen de la Mosca, pintura flamenca del siglo XVI denominada así por el gran realismo del insecto en la capa roja de la virgen, y ya llegando al sagrario descubrimos el monumental Calvario barroco, fabricado en marfil y carey.

POR LA CALLE MAYOR

 

Rodeado de de múltiples restaurantes y tiendas nos encontramos con la Iglesia del Santo Sepulcro que perteneció a los Caballeros del Santo Sepulcro y en cuyo interior se aprecia la obra del siglo XII. Junto a la Torre del Reloj, edificio que pertenecía al recinto amurallado de la edad media, nos encontramos con más tiendas que nos ofrecen vino de Toro, queso de Zamora, queso de Toro Chillón, y para los más golosos, buenísimos pasteles y chocolates. Cruzando la calle, en la plaza Santa Marina, podemos visitar el Palacio de los Condes de Requena, construído en piedra y eventual sede de la denominación de origen Toro. Cruzando la Plaza de la Concepción llegamos al Teatro Latorre, de estilo isabelino y con techo de tela al oleo, debe su nombre al actor toresano Carlos Latorre, se representan obras de teatro, conciertos y espectáculos, como las noches flamencas, también se utliza para celebrar catas de la denominación de origen. Muy cerca del teatro, se encuentra la plaza de toros construida en 1828, con una barrera y siete filas de tendidos coronados por una planta superior con cinco filas de palcos y gradas, los tendidos son de madera cubiertos, y con un aforo cercano a las 4.500 localidades. La plaza conserva toda su estructura original en madera, por lo que fue declarada bien de interés cultural en 2008. 

 

El bastión defensivo del reino de León; El Alcazar.  Su construción a principios del siglo X le convierte en la edificación más antigua. 

En la ciudad encontramos numerosos templos, conventos y monasterios de arte mudejar, construidos de ladrillos madera vista y artesonados de madera, por mahometanos que se habían quedado en territorio reconquistado de los siglos XII, XIII y XIV.  Las obras más destacadas son: La Iglesia  de San Salvador de los Caballeros, San Lorenzo el Real y Santo Sepulcro.

 

El Toro, el símbolo de la ciudad, de piedra granítica y achaparrado, anterior a la época romana, pudiera ser de la cultura vetona y estar relacionado con la creencia de la fecundidad, lo que si es cierto es que forma parte inseparable de la cultura y patrimonio de la ciudad.

Texto y fotos: M.A. Diaz de Cerio

Una escapada a Zamora, la “Tierra del Pan y del Vino”, siempre es una buena idea y más aún cuando la comunicación por ferrocarril es sencilla y rápida. Con pequeñas pinceladas heterogéneas y algunas imágenes trataremos de motivaros para que elijáis este destino, tan desconocido, en vuestro próximo viaje.

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