Esta manera de entender los viajes cobra especial importancia durante la pandemia mundial que llevamos viviendo más de un año. En un contexto donde se escogen mayoritariamente destinos nacionales y rurales, y tras un periodo en el que hemos tenido que renunciar a muchas cosas, disfrutar de la libertad de una escapada y reconectar con lo realmente importante de la vida es lo que muchos españoles buscan.
Los planes estrella del verano estarán muy ligados al slow travel, pero la tendencia que destaca es, sin duda, el viajar en autocaravana. Un viaje diferente, sobre cuatro ruedas y con la casa a cuestas. Una experiencia que seduce a muchos y engancha a la mayoría de quienes lo prueban.
Viajar en autocaravana brinda la libertad de parar donde nos pida el cuerpo y de escoger con qué vistas te quieres despertar. No hay porqué organizar mucho un viaje de este tipo, el itinerario se puede ir improvisando sobre la marcha. Los asiduos de los viajes itinerantes adoran tener el control y poder cambiar de planes en cualquier momento; así cada escapada es una pequeña aventura que sabes cómo empieza pero no sabes por dónde te llevará.
Los viajes en autocaravana y furgoneta camper están teniendo una grandísima demanda para las vacaciones de verano. Las principales razones son que permiten disfrutar de la libertad que buscamos en las vacaciones, mientras nos brindan la seguridad y distancia social que se hace obligatoria por la situación sanitaria actual y facilitan el contacto con la naturaleza. Slow travel en autocaravana significa, despertarse con el sonido de las olas o el canto de los pájaros, que el techo sea un cielo estrellado y que tus vecinos cambien cada día.
El día a día de este tipo de vacaciones transcurre tranquilamente. Encender la cafetera, desayunar sin prisas y sin horarios, salir del vehículo y que la hierba acaricie tus pies, sentir esa bocanada de aire que tanto necesitábamos… ¿no es un buen plan?