Tesoros gourmets. Entre las fortalezas de Cuenca se encuentran los tesoros que esconden la Serranía que abarca una provincia de bosques y ríos donde practicar turismo de aventura, de acercamiento natural y buena cocina. La trucha del Júcar, fresca o ahumada, asalmonada y brillante, alcanza su cenit cuando se prepara en forma de tartar, ceviche o escabechada. Los hongos, setas y níscalos protagonistas de apetititosos revoltillos. La caza del gamo, el corzo o el jabali nos aportará platos de consistencia y la codorniz o la perdiz escabechada destacan por su aire fresco.
Reverencia obligada para la rica variedad del universal Queso Manchego, o para los estofados de cordero y las chuletas de lechal Cierran este universo de sabores, las migas manchegas, los huevos camperos, el pisto manchego, el bacalao ajoarriero o el atascaburras que pese a su ruidoso nombre es una combinación equilibrada de patata, ajo, bacalao y huevos en forma de exquisito entrante. A destacar la excelente carta de cocina cuaresmal de potajes, garbanzos, espinacas y bacalao, guisos de ayuno y postres como las torrijas y el alajú, un dulce de origen árabe elaborado a base de miel y almendras con miga de pan.