En la sierra oeste de Madrid, la tierra quiso fundirse con el clima en un baile perfecto y quiso participar en esta fiesta el rio Alberche, regando el valle de San Martín de Valdeiglesias con el mimo suficiente para que la garnacha hoy nos dé estos momentos y estos vinos. Tierra Calma nos muestra y nos demuestra los motivos por los que no puede ser más acertada la elección de su nombre.
No hay verano sin playas, ni Madrid sin sus míticas terrazas. La nueva normalidad ha traído consigo algunas restricciones, pero no ha acabado con las ganas de juntarse –manteniendo las distancias, eso sí–, de disfrutar del after work, de ver atardeceres cóctel en mano y de disfrutar de las nuevas noches madrileñas al fresco de los rooftop.

Este verano Madrid se pone las pilas y estas ocho terrazas se convierten en el punto de encuentro perfecto para respirar y olvidarse de todo. ¿Te apuntas?


























