Textos y fotos Oscar Checa
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GASTRONOMÍA. La sandía

La sandía es el fruto por excelencia del verano, lo que va muy bien para refrescarnos y mantenernos hidratados durante los días de calor. Pero no solamente eso, sino que sus elevados índices en nutrientes la hacen ideal para otros aspectos relacionados con nuestra salud. Para empezar, es un recurso genial para la limpieza de los riñones y la vejiga.


A finales del siglo XVIII, Napoleón Bonaparte se adentró en Egipto con un ambicioso plan que pretendía establecer allí un dominio colonial y después continuar hacia la India para hacer frente a la influencia de su gran enemigo, Gran Bretaña. Pero la campaña de Egipto fue extremadamente arriesgada (de hecho fracasó). Los hombres del futuro emperador morían de calor: la falta de agua los diezmó. Y parece ser que pudo haber sido peor de no haber contado con la ayuda de una fruta: la sandía. Aquí abundaba y, gracias a su gran contenido en agua, los soldados y el resto de la expedición pudieron sobrevivir.
 

La sandía es de origen africano

Esta anécdota histórica nos sirve para introducir el origen de esta fruta que se considera oriunda de África tropical. En los países de este continente es un fruto muy valorado y utilizado como fuente de líquido en las estaciones secas, además de ser un medio muy práctico de transportar agua de un lugar a otro. Su cultivo se remonta siglos atrás a la ribera del Nilo, desde donde se extendió por todo el Mediterráneo, Oriente Próximo e India. Cuando llegó a China en el siglo X se hizo muy popular, tanto que todavía hoy en día es costumbre regalar sandías en los actos importantes. Y muchas de esas sandías tienen, además, originales formas cúbicas o piramidales, incluso de corazón, debido a la particular manera de cultivarlas, usando moldes donde crecen con la apariencia deseada.

China es el primer productor mundial de sandías (60% del total), seguido de Turquía, Irán, EE.UU., Japón, Italia y España.

 

Beneficios y curiosidades de la sandía

Actualmente conocemos más de 50 variedades de sandía, que se clasifican según la forma, el color de la pulpa, el color de la piel, el peso, etc. Genéticamente existen dos tipo de sandías: las que tienen semillas y las que no las tienen, aunque, en realidad, estas últimas son variedades cuyas semillas son de color blanco y blandas, y que pueden pasar desapercibidas al comerlas.

La sandía es el fruto por excelencia del verano, lo que va muy bien para refrescarnos y mantenernos hidratados durante los días de calor. Pero no solamente eso, sino que sus elevados índices en nutrientes la hacen ideal para otros aspectos relacionados con nuestra salud. Para empezar, su alto contenido en agua es un recurso genial para la limpieza de los riñones y la vejiga. Además, como es rica en potasio, ayuda a reducir el ácido úrico en la sangre y a eliminar las toxinas de los riñones (es un diurético natural). También tiene un alto contenido en vitamina B6, que es la responsable de la síntesis de la dopamina, la hormona que nuestro organismo necesita para sentirse bien, por lo que su consumo ayuda a subir los índices de energía de nuestro cuerpo. Tal vez por eso sea también una de las frutas preferidas de los atletas.

La sandía es una fuente muy rica de beta-carotenos (unas sustancias que nuestro cuerpo transforma en vitamina A) y en vitamina C, que es un potente antioxidante. Pero de todas sus propiedades, tal vez la relacionada con el contenido de licopenos y citrulina sean las más llamativas.


Los licopenos son antioxidantes que reducen el riesgo de problemas cardiovasculares, además de tener efectos protectores contra ciertos tipos de cáncer y de enfermedades cardiovasculares. Por su parte, la citrulina es una sustancia que produce el relajamiento de los vasos capilares y que, metabolizada en nuestro cuerpo en un aminoácido llamado arginina, tiene efectos beneficiosos para el corazón, el aparato circulatorio, la hipertensión y el sistema inmunitario. Los efectos de la citrulina en la vasodilatación ayudan además a una vida sexual sana, ya que mejora el flujo de la sangre en todas las partes del cuerpo, ayudando a combatir la disfunción eréctil.
 

Receta: Biscote de sandía con anchoas

La sandía se utiliza sobre todo como postre. Va bien en ensaladas con queso fresco o feta, y, por su potente sabor refrescante, se usa mucho para preparar sorbetes, helados o zumos. No se presta tanto como otras frutas a realizar platos muy elaborados pero Grupo AGF que produce la Sandía Fashion sí tiene un buen número de recetas originales con sus sandías sin pepitas. Podéis verlas en la web www.sandiafashion.com  ¿Quién se atreve con esta?

Necesitamos: 300 gramos de sandía, 4 anchoas, brotes vegetales, virutas de chocolate y aceite de oliva virgen extra.

Elaboración: cortamos la sandía en rectángulos de 2x1x10 cm y para emplatar disponemos estos trozos en paralelo. Sobre ellos ponemos los brotes de lechugas variadas, la anchoa y, por último, espolvoreamos las virutas de chocolate, rociando todo con un poco de aceite de oliva.

Fotos: Sandía Fashion (Grupo AGF)/ Varios

Texto y fotos: Pepa García

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