En la sierra oeste de Madrid, la tierra quiso fundirse con el clima en un baile perfecto y quiso participar en esta fiesta el rio Alberche, regando el valle de San Martín de Valdeiglesias con el mimo suficiente para que la garnacha hoy nos dé estos momentos y estos vinos. Tierra Calma nos muestra y nos demuestra los motivos por los que no puede ser más acertada la elección de su nombre.

Fiel a un objetivo muy acertado que dibuja un viaje dentro de otro viaje o, como proyecta el reflejo de su marca, "Designed to connect and disconnect".