Sagua es quizás una de las pocas ciudades de Cuba que un rio de verdad la divide en dos mitades, y sobre el imponente y caudaloso Rio cuelga un majestuoso puente de hierro, de calles y aceras caladas, que le imprime un toque de grandeza a la Villa, data de 1905 y es orgullo de los locales, pues de diversas maneras esta enraizado en la vida de los pueblerinos. Dicen los antiguos que si un forastero osara bañarse en las aguas del rio, quedaba prendado pues o no se iba o regresaba.
Dotar a esta villa de confortables instalaciones hoteleras permite concebir un producto turístico que entusiasme y atraiga al visitante, recorrer sus calles y plazas, visitar el Museo de la Música -en la Isla existen solo 2-, el Museo de Historia, Los Ferrocarriles, realizar una excursión a los cercanos Mogotes de Jumagua, contemplar el Rio desde la altura del Puente El Triunfo, estar con contacto con su gente, amable y hospitalaria y continuar rumbo hacia el pequeño poblado de pescadores de la Isabela de Sagua, donde podrá disfrutar de las bellezas del mar con las ofertas de una Marina, que con sus típicos botes lo trasladara al Cayo Esquivel, distante algo más de 12 millas náuticas.