Los cayos e islotes de Jardines del Rey se abren como puertas al paraíso a lo largo del litoral norte cubano. Este onírico lugar, destino ideal para el ocio, aviva sueños, fantasías y deseos de aventuras. Fue Cristóbal Colón quien bautizó esta cayería como archipiélago Jardines del Rey en honor a Fernando el Católico.
























